domingo, 14 de noviembre de 2010

La importancia de la tefilá


Una mujer que no podía tener hijos fue con Rabí Najum de Chernobyl para que la bendijera y así pudiera tener hijos. El Rab se rehusó a bendecirla, a pesar de sus súplicas.

- ¿Por qué le negó su bendición? – preguntó el asistente del Rab atónito.

- Ve a buscarla y tráemela para que la bendiga- dijo el Rab Najum.

Cuando se encontró la mujer delante del Rab, le preguntó:

- ¿Qué hiciste al salir de aquí?

- Levanté mis manos al cielo y supliqué: “¡dueño del mundo, tú eres el único que puede ayudarme ahora! ¡Por favor, escucha mi plegaria y concédeme lo que más ansío!- contesto la mujer.

- Ahora puedes volver en paz a tu hogar y puedes estar segura de que tu plegaria va a ser escuchada – dijo Rabi Najum sonriendo.

Después de que se retiró, dijo el Rab a su asistente:

- Ahora entiendes el porqué de mi negativa a darle la bendición. Ella puso su confianza en mi, en lugar de ponerla en la

Debes aprender, mi querida hija, que los yehudim no necesitamos intermediarios; tenemos “línea directa" con el creador: una tefila limpia y sincera llega directamente al cielo.

Un sabio a quien le dijeron, hace un siglo, que había una nueva invención llamada teléfono, con la cual uno podía hablar con otro a gran distancia sin verlo siquiera, exclamo:

-¡Vaya novedad! – comento el sabio -. Yo he estado comunicándome con Hashem en esa forma durante muchos años por medio de mis oraciones.

En una ocasión se acercó el Rab de Chernobyl una persona enferma. El Rab le aconsejó que se dirigiera a consultar al médico de un lugar llamado Anípoli.

El hombre arribó a lo que era una pequeña aldea y descubrió que no contaban con un médico en toda la aldea.

Cuando regresó a Chernobyl, visitó al Rab y le dijo:

- No encontré ni a un doctor.

- Entonces, ¿qué crees tú que hace la gente de esa aldea cuando enferma? –preguntó el Rab.

- No… no sé qué pueden ellos hacer… -contestó el hombre.

- Lo único que pueden hacer es Tefilá y confiar en que el todopoderoso va a curarlos. Ahora te das cuenta de la razón por la que te envié allí. Ruégale al mismo que cura a los habitantes de Anípoli que también te cure a ti.

- Pide al todopoderoso que te muestre cuál es su voluntad y que te ayude a percibir la verdad, para poder cumplirla como corresponde.

La llave para abrir todos los portones del cielo es: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

¿Sabes por qué casi todas las plegarias que recitamos están en plural?vEsto es para enseñarte que el am israel son totalmente interdependientes unos de otros.

Dice el pasuk: “Hashem es tu sombra, sobre la mano tu derecha”. Así como cuando mueves tu mano, tu sombra hace lo mismo, de la misma forma cuando tú haces el bien a tu semejante Hashem hace lo mismo por ti.

Cada vez que te dispongas a hacer una petición delante del Todopoderoso, pide primero por todo el am israel y después hazle tu petición particular. Esto despierta la misericordia divina. Por angustiarte y sufrir por lo que acontece al prójimo, en el cielo te lo descuentan de lo que estaba destinado para ti

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